viernes, 14 de septiembre de 2007

La muerte, tan inexpicable como inevitable.

Nacemos y lo único seguro en esta vida es la muerte, que contradicción.

Hay tantas preguntas y respuestas hipotéticas.

Me pregunto si alguien notaría mi ausencia, tal vez sí, tal vez solo por un momento, lo bueno de morirse es que elevas a la persona, recuerdas sus virtudes, sus logros, cosa que en vida pasan desapercibidos, ¿por qué somos así?

Recuerdo que lo ví en la fila del banco, volteo a verme, pero no sabía si me recordaba, así que solo lo mire, ninguno de los dos sonrió. Hoy está muerto y es cierto que nunca fuimos amigos, solo lo conocía de vista, pero nada me costaba haberle sonreído.

Ya no lo veré más....descanse en paz....

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